Víctor Jareño (15/6/2020) | En LEB Oro, con el Afanion Almansa, ha demostrado una progresión meteórica. Con experiencia en el Albacete Basket y en La Roda, Chuso no tiene límites y está mostrando una gran madurez en su juego. Un manchego que, como Don Quijote, no se deja intimidar por los “gigantes” de la segunda categoría del baloncesto nacional.
¿Cómo has llevado el confinamiento?
Ha sido largo y duro a partes iguales, el hecho de estar limitado a quedarte en casa. Conforme iban pasando las semanas ya íbamos 'amoldándonos' a la situación y mediante diferentes rutinas el tiempo parecía que pasaba más rápido, ya fuera mediante el trabajo que el preparador físico que nos mandaba a hacer en casa, como con las tareas de la universidad o el simple hecho de sacar a mi perro, todo lo que me mantuviera ocupado era bienvenido.
A pesar de ser joven tienes bastante experiencia como profesional: Alicante, Albacete, Tarragona, La Roda, Murcia, Almansa… "La experiencia siempre es un grado" ¿verdad?
Sí, el hecho de conocer diferentes sitios, compañeros y entrenadores siempre enriquece, te hace seleccionar lo mejor de cada uno de ellos para poder guardártelo para ti y más adelante poder usarlo y ponerlo en práctica. En ese aspecto he sido muy afortunado de haber coincidido con grandes compañeros, grandes entrenadores y grandes personas que han hecho que haya podido seguir mejorando temporada tras temporada.
¿Tu etapa en La Roda supuso un punto de inflexión en tu carrera profesional con aquella gran temporada 2017-18?
Sin duda fue la más especial. Te hacía sentir grande que siendo un equipo pequeño, con jugadores que en ese momento intentábamos dar a conocer nuestro nombre en la liga, coincidiéramos en el mismo equipo y en la misma temporada. También recuerdo la sensación de saber que a priori íbamos a ser un equipo sin demasiada importancia durante la temporada, eso hizo que congeniáramos aún más, porque ninguno estábamos dispuestos a que eso llegara a ser así. Ese año todos mejoramos y crecimos, fue genial.
Paradojas del destino, sufriste la crueldad de perder el ascenso a LEB Oro con el Real Murcia en los últimos segundos ante Almansa en la temporada 2018-19 y unas semanas después fichas por el conjunto azulón. ¿Cómo viviste esa situación?
El deporte es así, unas veces ganas y otras no. Será un partido que nunca olvidaré, pero también he de decir que aquel momento se convirtió en una motivación que siempre tengo en mi cabeza antes de partidos o incluso entrenos. Trabajar más y mejor para que eso no vuelva a pasar ha sido una de las cosas, si no la más importante, que he sacado de aquella experiencia sin ninguna duda. Guardo un gran recuerdo del Real Murcia Baloncesto y de cómo me trataron, después de lo del año pasado su ascenso en éste ha sido más que merecido. Semanas más tarde tuve una oportunidad que no podía dejar escapar y que me permitía competir a un nivel más alto, de cada decisión se obtiene un aprendizaje y así ha sido en mi caso, quería seguir 'escalando' lo más alto posible y eso continuo haciendo.
Tienes una familia muy baloncestística. Lleváis el basket en la sangre. Tu padre jugó en el CABA de Albacete y tu hermana destaca en el baloncesto femenino.
Sí, el baloncesto siempre ha estado presente en casa. Había muchos fines de semana que teníamos partidos cuando éramos pequeños, incluso siguen haciéndolo a día de hoy siempre que pueden, donde mis padres intentaban desplazarse a todos o casi todos los partidos que jugábamos tanto mi hermana como yo. Eso es algo que pasado el tiempo y echando la vista atrás te das cuenta todo el valor que tiene.
¿Qué es lo que más te sorprendió del Afanion Almansa cuando llegaste?
Jugar en 'La Bombonera'. Tienes que ser jugador, estar en la pista y vivirlo, da igual que seas visitante o local, disfrutar de un ambiente así creo que es uno de los objetivos que un jugador siempre quiere encontrar. Además, ver la conexión que hay entre los jugadores y el pueblo es muy especial. Fuéramos donde fuéramos éramos bien recibidos, dando igual que gran parte del equipo fuéramos nuevos. La acogida desde el primer día fue fantástica.
¿Veías opciones de alcanzar plaza de Playoff con el Afanion Almansa?
Bueno, nadie sabe que podía haber pasado si se hubiera seguido jugando hasta el final. Pero creo que teníamos un grupo en donde podíamos pasar malos momentos como cualquier equipo y, a su vez, teníamos algo especial que nos hacía levantar situaciones muy adversas. El simple hecho de jugar dos fines de semanas seguidos en Galicia en donde ya es un hándicap las 12-13 horas de autobús, jugar primero contra Breogán y después contra Ourense y ganar ambos te hacía pensar que había algo muy positivo en lo que creer.
En Almansa tu progresión ascendente en minutos y protagonismo ha sido magnífica. ¿Contento con el papel realizado durante la temporada?
Tenía muchas ganas de tener esta oportunidad porque estaba convencido que era el momento perfecto para dar un pasito más y seguir creciendo. Ha sido una temporada donde sabía que era mi primer año en una liga importante y dura como lo es esta, he intentado dar el máximo de mi jugara más o jugara menos minutos cada semana de entrenamientos, y siempre que he tenido la oportunidad de poder jugar he hecho lo posible por demostrar tanto a Rubén como a mis compañeros que aunque fuera nuevo en la liga estaba preparado para ser uno más. Además, el aprendizaje que he tenido con Rafa este año no lo había tenido antes, he escuchado y 'guardado' cada consejo y corrección para ponerlo en práctica más adelante, ha sido de gran ayuda haberlo tenido de compañero y en la misma posición.