Formación FBCLM | Entrevista a Andrés Miso, Exjugador ACB y alumno de nuestro Curso de Técnico Deportivo Superior en Baloncesto.

Jesús Flores (10/4/2020) | ENTREVISTA COMPLETA A ANDRÉS MISO

-¿Qué motivó tus comienzos en el baloncesto en la escuela de Móstoles?

En el colegio ya sobresalía por mi altura, y en una visita al médico, éste le dijo a mis padres que me vendría bien practicar algún deporte. En mi colegio había judo, así que me apuntaron a judo, pero sólo aguanté un día, no me gustó. Al día siguiente me apuntaron a la escuela de baloncesto de Móstoles, me gustó, y ahí empezó todo.

-¿Qué consejo le darías a los niños que empiezan en el mundo de la canasta?

El consejo que siempre les doy es el mismo. Que se diviertan jugando, que aprendan los valores del deporte, y que no dejen de lado los estudios. Dedicarse profesionalmente al deporte requiere mucho sacrificio, mucha suerte y es realmente complicado, por eso tienen que centrarse en disfrutar del deporte y a la vez seguir estudiando para poder tener un buen futuro. Si al final tienes la suerte de poder dedicarte al deporte, genial, si no, sabes que tienes tu formación y tus estudios acabados.

-¿En qué momento te planteaste ser jugador profesional?

Durante mi etapa de formación, desde alevín hasta junior, todos los años recibía la llamada de clubes como el Real Madrid o el Estudiantes para que fichara por ellos. Muchos compañeros me decían que por qué no aprovechaba la oportunidad y me iba para ser mejor jugador. Yo estaba muy a gusto jugando con mis amigos y atendiendo a mis estudios. Siempre pensé, que si de verdad valía para esto, me seguirían llamando más adelante. Así fue, cuando terminé mi segundo año de junior tuve ofertas ya profesionales para jugar en muchos clubes de toda España. Fue en ese momento cuando me propuse apostar por el baloncesto.

-¿Qué pasa por tu cabeza cuando debutas en Estudiantes con 18 años?

Ya el primer día de pretemporada estaba como en una nube. Apenas un mes y medio antes había ido al Palacio de los Deportes a ver al Estudiantes jugar un play off contra el Tau. Había 12.000 personas y el ambiente era increíble. Ahora estaba yo conociendo a esos jugadores que admiraba y veía por la tele. Era increíble estar entrenando con ellos. Mi debut fue en el Palacio de Vistalegre, en competición europea, contra el Darussafaka turco. Era un partido que teníamos perdido, y Charly Sainz de Aja me dijo, “sal y tíratelas todas”. Salí en modo revulsivo, remontamos 20 puntos en el último cuarto y fuimos a la prórroga. Ganamos y yo metí 15 puntos. Fue el debut soñado. Tres días después debuté en liga ACB contra Gijón.

– En la temporada 2003/4 Estudiantes se mete en la final ACB llevando al Barcelona al quinto partido, tras ganar en los play off al Real Madrid y Tau Cerámica. ¿Fue la mejor temporada a nivel personal? ¿Cuál era la clave para que un equipo con un presupuesto “modesto” pudiera competir con los más grandes?

Bueno la realidad es que por aquel entonces Estudiantes no tenía un presupuesto tan modesto. Es verdad que estaba por debajo de los Real Madrid, Barcelona, Unicaja, Tau y Pamesa Valencia, pero yo diría que era el siguiente presupuesto de la liga detrás de esos cinco. En mis cinco primeros años allí, llegamos tres veces a semifinales, uno a cuartos y uno a la final. Lo que nos hacía pelear por estar siempre arriba es que teníamos algo que ahora es muy difícil de ver, un bloque de españoles muy consolidado, que era la piedra angular del equipo, complementado con un buen comunitario y dos buenos americanos. Colectivamente el año de la final fue el mejor de mi carrera, individualmente he tenido años mejores, como por ejemplo mi primera temporada en Fuenlabrada, que en valoración fui el tercer mejor nacional de la liga detrás de Rudy y Navarro.

-¿En qué posición te sentías más cómodo base o escolta?

Pues la verdad que me sentía cómodo en ambas posiciones. He de decir que cuando estaba bien físicamente, me gustaba más jugar de base, sobre todo en la ACB. Ya en mi época de Leb Oro, con menos físico, sufría con bases más jóvenes, pequeños y rápidos, que me presionaban en todo en campo…además es más difícil ordenar en Leb Oro que en ACB, por ello me gustaba más jugar de escolta o alero.

-¿Cuál ha sido tu secreto para poder jugar durante 14 años en ACB?

Siempre había escuchado eso de “lo difícil no es llegar, sino mantenerse”, y con el paso del tiempo me he dado cuenta de ello. Por eso estoy orgulloso de haber estado durante tantos años en la élite. Se tienen que cumplir varios factores para poder estar a buen nivel tantos años. La constancia, el trabajo, la suerte…

– Esta temporada los clubes ACB cuentan con menos del 25 % de los jugadores españoles en sus plantillas. ¿Cómo crees que se podría cambiar esa tendencia al alza?

Pues es complicado, supongo que la solución es apostar por un bloque de nacionales. La única realidad es que todos los veranos, conseguimos numerosos éxitos en categorías de formación. Por ejemplo, yo no entiendo que pueda haber equipos en los que no haya españoles, si los jugadores de formación no son nacidos en España se da esa posibilidad. Y también me parece increíble que haya equipos en liga EBA y LEB PLATA con siete u ocho extranjeros. Creo que son categorías para que esos jugadores que consiguen éxitos en verano con la selección puedan competir y tener más oportunidades.

– Has tenido en tu carrera deportiva la oportunidad de tener entrenadores como Pepu Hernández, Joan Plaza, Pedro Martínez o Zeljko Obradovic; ¿cuál es la principal enseñanza qué has obtenido de ellos?

Un entrenador de cantera me dijo hace muchos años, “tendrás entrenadores mejores y peores, con algunos jugarás mejor y con otros peor, tienes que aprender algo bueno de cada uno de ellos”. Eso he intentado siempre. He tenido muchos entrenadores, algunos de mucho prestigio, y otros que no me han parecido tan buenos, pero siempre he intentado entenderles y sacar lo positivo de cada uno de ellos.

-¿Cuándo te “pica el gusanillo” de ser entrenador?

Hace ya algunos años que siento curiosidad por ser entrenador. Estos últimos años me doy cuenta que pienso muchas veces más como entrenador que como jugador. Desde siempre tenía pensado sacarme los cursos. Quiero seguir ligado a este deporte tan bonito cuando me retire.

– ¿Qué nivel importancia tiene para ti el haber sido jugador a la hora de ejercer después como entrenador?

Yo creo que la principal ventaja que tienen los jugadores que luego son entrenadores es que pueden entender mejor al jugador en determinados momentos y en determinadas situaciones. Cada vez son más los jugadores que se pasan a los banquillos y muchos de ellos están cosechando muy buenos resultados. Tenemos que aprovechar nuestra experiencia como jugadores y aplicarla desde el punto de vista del entrenador.

¿Cuál crees que deben ser las principales cualidades en un entrenador de baloncesto en la actualidad?

Al final todos los que llegan a ser entrenadores profesionales llegan a la élite sabiendo mucho tácticamente. Es complicado que haya diferencias notables en ese sentido. Lo que diferencia a un buen entrenador de un excelente entrenador, es la capacidad para gestionar un grupo de personas con todo lo que eso conlleva. Un equipo son 12 jugadores con sus egos, su cultura, sus manías, su forma de entender las cosas… cada uno tiene sus problemas cuando sale de la pista. Gestionar todo eso es muy complicado, y si un entrenador lo logra llevar bien, tiene mucho ganado.

¿Qué crees que te puede aportar más el Curso de Técnico Superior en Baloncesto de la FBCLM?

Pues estoy expectante por ver lo que me encuentro. Supongo que me aportará cosas nuevas desde un punto de vista diferente al del jugador. Tengo ganas de que llegue la fase presencial. Seguro que será una buena experiencia.

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