Víctor Jareño (4/5/2020) | La historia más reciente del baloncesto almanseño con todos sus ascensos y consolidación en LEB Oro incluido pasan sin duda por la figura de Jose Santonja. Hemos querido conocerle un poco mejor, saber de primera mano sus impresiones como buen conocedor del baloncesto de Castilla-La Mancha y acercarnos a su realidad baloncestística de todos los días…
¿Cómo estás viviendo esta situación del confinamiento? ¿Tu familia y amigos están bien?
Al principio se hizo duro porque tienes el punto de forma ideal para afrontar el final de temporada. Gracias a Dios hemos llegado a esta situación salvados, en una posición privilegiada. Teníamos lejos el descenso. Cerca del Playoff. Esa “espinita” si que la tenía. Podíamos haber pillado una racha de victorias y habernos metido en un Playoff que sería algo increíble. La familia sigue trabajando, casi todos. Se dedican a trabajos de primera necesidad. Están bien. Yo aguanté en Almansa hasta el máximo posible para evitar cualquier tipo de contagio.
¿Cómo te defines como jugador?
Soy un jugador de equipo. Siempre estoy a disposición de lo que el entrenador necesita. Mis principales habilidades son: el tiro de tres, la defensa y el carácter competitivo que suele contagiar al equipo, muchos entrenadores han confiado en mí por ese aspecto.
Puertollano, Quintanar del Rey y Alcázar de San Juan. Cuéntanos tus inicios en el baloncesto castellano-manchego.
Mis comienzos en Castilla-La Mancha vienen desde Nacional que fue mi primer año de Senior, me fui a jugar a Puertollano. Quería cambiar mi posición, yo era un 5 puro en categorías inferiores, en Alicante. Fui a Puertollano y me gustó mucho el nivel que había en Castilla-La Mancha. Después me fui a canteras potentes como Cáceres y Melilla. Volví a Castilla-La Mancha porque soy de Onil, un pueblo al norte de Alicante y está cerca. Decidí irme a Quintanar y allí empecé a conocer la liga. En esa época era el grupo más potente en España de liga EBA. Podía seguir progresando en lo que había empezado en Nacional, el tiro exterior, jugar más de cara. En Quintanar hicimos una buena temporada, nos quedamos cerca de jugar la fase de ascenso. Después me fui a Alcázar, conseguimos el ascenso a LEB Plata. Luego nos mantuvimos en Plata pero desgraciadamente el club desapareció y después de eso Rubén Perelló confió en mí y decidí venir a Almansa y construir el futuro tan bonito que estamos viviendo ahora.
De EBA a LEB Plata, de Plata a LEB Oro. ¿Sueñas con el “diamante” del ascenso a liga Endesa con el Afanion Almansa?
Se puede soñar en ello, pero es muy complicado y más ahora conforme está todo. No sabemos el futuro de la liga, con los equipos, es muy complicado. Sería prácticamente un milagro conseguir un ascenso a liga Endesa con el mismo club con el que has empezado desde abajo en las competiciones FEB.
¿Qué se te pasaba por la cabeza cuando quedaba 1 minuto para finalizar el partido del Afanion Almansa ante el Real Murcia que decidía el ascenso a LEB Oro?
La verdad que no me acuerdo de ese minuto. Porque pasan tantas cosas que al final estás enfocado en conseguir defender, atacar y estás concentrado en el trabajo. Pero seguro que por la cabeza me pasarían los momentos anteriores, del año anterior, de la fase de ascenso a Plata. En estar concentrado y en estar al 100% en lo que hay que estar. En no cometer errores porque en ese tipo de partidos un error te hace perder un partido y en este caso un ascenso histórico.
Tú le diste la última asistencia a Graham-Bell para que anotara la canasta que daba el ascenso a LEB Oro al Afanion Almansa. Descríbenos como viviste esa situación en la cancha y que diferentes posibilidades pensaste en un momento tan decisivo.
La he visto 1 millón de veces. Yo conseguí recibir en 45 grados, me defendía el mejor jugador defensivo que tenía Murcia, Connor. La verdad que pensé poco. Cuando recibí eché el balón al suelo, a mano derecha. En principio iba a lanzar yo, pero vi a Graham que estaba al poste bajo con un desajuste defensivo, estaba con el base. Pensé que físicamente iba a poder sacar ese tiro mejor que yo. Puesto que yo tenía al mejor defensor de Murcia, más alto que yo y más fuerte. Entonces decidí dársela a Graham para intentar hacer un mejor tiro. La verdad que salió increíble. Después de esa canasta recuerdo que el equipo empezó a celebrar y yo tenía esos “fantasmas” de partidos anteriores como el de Alicante, partido en el que jugábamos la Copa si ganábamos y perdimos en el último segundo. Lo primero que pensé fue en replegar al equipo y defender la última jugada como si no hubiera un mañana.
Para la gente que no lo sepa. ¿Por qué la afición de “La Bombonera” de Almansa es tan especial y reconocida?
Es complicado de explicar, porque tienes que venir para vivirlo. Yo puedo decir muchas cosas pero la gente que viene y lo ve se queda sorprendida y se engancha al baloncesto. Ganes o pierdas, sales del pabellón con ganas de volver y de disfrutar al máximo del baloncesto. Para mí, es la mejor afición que he tenido.
Un mensaje para todos los aficionados al baloncesto.
Que sigan enganchados a esta “locura” que es el baloncesto, que sigan disfrutando, que aprendan cada día del baloncesto, que la gente de Castilla-La Mancha siga acudiendo a los pabellones y que sigan “respirando” baloncesto.